Invertir en sistemas automáticos de almacenaje: un caso de éxito
La cuarta revolución industrial de que hablan economistas, investigadores y gobiernos Europeos ya está en marcha en algunas empresas. Se trata del proceso llamado “fábrica inteligente” o “industria 4.0”, es decir la consecución de una fábrica totalmente automatizada e integrada por medio de maquinarias automáticas gestionadas informáticamente, que abrevian en CPS (Cyber Physical System), capaces de colaborar con otros CPS.
Aluminios Cortizo, especialista en la extrusión de aluminio con sede en España, ya está al paso con estas innovaciones, gracias también a los almacenes automáticos DimaSimma. Aluminios Cortizo desde muchos años intuyó el valor estratégico que habría tenido en futuro la gestión informatizada y ya al final del siglo pasado había creado su propio departamento de desarrollo de software al servicio de la fábrica. También por lo que se refiere a CPS e integración entre fases de producción, la sede de Padrón (España) ya tiene una larga experiencia de sistemas logísticos integrados con líneas de producción. En el año 2005 la empresa instaló su primer almacén automático de marca DimaSimma integrado con un sistema de preparación de pedidos y más adelante automatizó también la carga de las cestas al almacén de perfiles crudos. La función de este almacén es de optimizar la alimentación a las líneas de acabado (lacado y anodizado).
Después del éxito del primer sistema, en el año 2007 instaló un segundo almacén automático DimaSimma para 30.000 matrices integrado con matricería, con nitruración y por supuesto con un área de preparación de bandejas con las matrices para cada una de las 8 prensas de la planta de Padrón. En el año 2014 se puso en marcha otro almacén automático, siempre de marca Dimasimma, para los perfiles acabados, interconectado con un sistema de preparación de pedidos que alimenta directamente a las zonas de embalaje y expedición. Ahora para la planta de Chemillé, Francia ya está en producción un sistema logístico puntero, donde según la filosofía de la “fabrica inteligente” hay CPS que colaboran con otros CPS.
De hecho la empresa italiana DimaSimma que en estos años ha seguido las evoluciones de Aluminios Cortizo en logística interna de fábrica ha desarrollado AGVs, vehículos de guía automática, específicos para el sector del aluminio. En la planta de Chemillé dos de estos vehículos cargaran automáticamente los perfiles a la salida de los hornos y los llevaran a un almacén automático. El nuevo almacén, como los de Padrón, tiene un sistema automatizado de preparación de pedidos. Por lo tanto los AGVs retirarán del almacén automático los eskids con los pedidos preparados para llevarlos a la planta de lacado o a las líneas de embalaje. El nuevo sistema logístico integrado, que hace de la planta de Chemillé una “fábrica 4.0”, entrará en función a final de año.